LA HISTORIA DE NIÑA TIERRA
Niña Tierra nace de una profunda conexión con la naturaleza y un deseo genuino de sanación. Desde el comienzo, nuestras raíces estuvieron arraigadas en la tierra, explorando las plantas, sus secretos y su poder curativo. Este camino no fue planeado, sino que creció como una planta que brota al sol, nutrida por la pasión y el respeto por la medicina ancestral.
Niña Tierra nació en Suchitlán, municipio de Comala, un pueblo místico donde después de milenios, la curación con plantas aún prevalece. En este lugar mágico, donde la sabiduría ancestral se entrelaza con la energía del entorno, encontramos, curanderos, guías espirituales y sanadores que han preservado los conocimientos de sanación a lo largo de generaciones.
Nuestra fundadora, Yancy Daniela, ingeniera de profesión y amante de la naturaleza por convicción, descubrió el poder de las plantas en su propia vida. En el 2020, un momento de introspección y transformación la llevó a iniciar un viaje hacia la herbolaria y la fitoterapia, encontrando en cada planta, en cada raíz y en cada flor una respuesta a preguntas profundas sobre salud, equilibrio y bienestar.
Con el tiempo, Niña Tierra se convirtió en más que una idea; se volvió una misión. Un lugar donde la medicina tradicional, el respeto por las prácticas ancestrales y el conocimiento moderno se unen para ofrecer bienestar. En este espacio, compartimos el saber de nuestras raíces, honrando las tradiciones de las comunidades que han custodiado estos conocimientos por generaciones y compartiéndolo con quienes buscan una vida más conectada y consciente.
En Niña Tierra, creemos que sanar es volver a las raíces, reconectar con la tierra y recordar que somos parte de algo mucho más grande. Nos dedicamos a promover el bienestar desde la conexión con el entorno, ofreciendo terapias, productos naturales y un enfoque holístico que armoniza cuerpo, mente y espíritu.
